Esos domingos de otoño, a las 8 de la tarde, sin nada o todo por hacer, que si aburrido, que si no me da tiempo, que si no hay nada en la tele, que si deseas que llegue ya el fin de semana siguiente, que si lees un libro, que si lo dejas porque no te apetece, que si no sales porque ha empezado a refrescar, y que si te llega algún mensaje cadena lo reenvías, por mucho que los odies, por hacer algo... y te preguntas, ¿qué estará haciendo el resto del mundo? Miras por la ventana. Está lloviendo. Te sientes tan solo....
Y sólo ves un limonero amarillo.
¿Quién no odia los domingos?

Quizás no te lo creas, pero me encanta :O
ResponderEliminarxdddd y decías que era una mierda ¬¬